“Creemos en la víctima, pero no alcanza”: un fallo por abuso infantil que reaviva la polémica judicial en Río Negro

El Tribunal de Impugnación confirmó la absolución de un hombre de El Bolsón acusado de abusar de su nieta de 9 años. Los jueces dijeron creerle a la niña, pero afirmaron que su testimonio no era prueba suficiente para condenar. La decisión generó críticas por parte de la Fiscalía y la querella, que apuntan a la falta de perspectiva de género y niñez en el proceso.

El Bolsón 10 de julio de 2025 Redacción
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El Poder Judicial de Río Negro confirmó un fallo judicial que sigue generando controversia: el Tribunal de Impugnación ratificó la absolución de un hombre acusado de abusar sexualmente de su nieta, una menor de 9 años. La decisión fue adoptada por mayoría, con los votos de los jueces Adrián Fernando Zimmermann, Miguel Ángel Cardella y María Rita Custet Llambí, quienes rechazaron los recursos interpuestos por el Ministerio Público Fiscal y la querella.

La causa se originó en El Bolsón, a partir de la denuncia de la madre de la víctima, quien relató lo que su hija le había confesado sobre los presuntos abusos sufridos entre diciembre de 2021 y abril de 2022, durante visitas al hogar del abuelo paterno.

La menor declaró en dos oportunidades en Cámara Gesell, donde mantuvo un relato firme, coherente y con detalles sobre los episodios denunciados. La Fiscalía y la querella sumaron a ese testimonio los informes de profesionales que descartaban manipulación materna, así como otras declaraciones que contextualizaban el vínculo familiar.

Sin embargo, en marzo de este año, el Tribunal de Juicio de la Tercera Circunscripción Judicial absolvió al acusado. Ahora, el Tribunal de Impugnación ratificó esa decisión, al considerar que si bien el testimonio de la niña era creíble, no estaba respaldado por “otras pruebas independientes”. Además, señalaron que un conflicto familiar por un terreno debía ser tenido en cuenta como posible “interés espurio”.

Críticas y reclamos
Para el Ministerio Público Fiscal y el abogado querellante, el fallo fue arbitrario y carente de perspectiva de género y niñez. En sus presentaciones remarcaron que los casos de abuso intrafamiliar difícilmente cuentan con testigos presenciales, y que el relato de una niña víctima no puede ser tratado con los mismos parámetros que una prueba pericial o documental.

También señalaron que no es exigible que una víctima infantil exhiba síntomas visibles de trauma o que repita su testimonio múltiples veces para que este sea considerado válido.

El Tribunal de Impugnación desestimó esos argumentos, indicando que no se logró demostrar un error en la valoración de la prueba ni un vicio legal en la sentencia original. De ese modo, la absolución quedó firme.

Debate abierto
El fallo reaviva un viejo y complejo debate en la Justicia argentina: ¿cuánto pesa la palabra de las víctimas, especialmente cuando se trata de niñas o niños? ¿Qué margen tiene el sistema para interpretar los hechos con enfoque de derechos y sin revictimización?

Mientras la querella analiza llevar el caso a la Corte Suprema, desde organizaciones de derechos de la infancia ya anticipan una posible presentación ante organismos internacionales.

El caso deja interrogantes profundos y una sensación incómoda: ¿es posible creerle a una víctima y aun así no hacer justicia?

Fuente: El Cordillerano.

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