La ola nacional arrasó en la Patagonia: los oficialismos provinciales quedaron relegados

Las elecciones legislativas de 2025 dejaron un mensaje político claro en la Patagonia: la ola nacional volvió a imponerse por sobre los proyectos provinciales. En un escenario atravesado por la polarización, los oficialismos locales quedaron relegados a un segundo o tercer plano, mientras La Libertad Avanza y las principales fuerzas nacionales se repartieron la mayoría de los cargos en juego.

27 de octubre de 2025 Redacción
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El triunfo del presidente, que volvió a desafiar las encuestas y consolidó su liderazgo con el batacazo en Buenos Aires, redefinió el tablero político. Su victoria fortaleció el respaldo internacional y el apoyo del mercado financiero —las acciones y bonos en alza y el dólar en baja lo reflejaron de inmediato—, pero también lo obliga a tender nuevos puentes con los gobernadores, especialmente en regiones donde su fuerza desplazó a los oficialismos provinciales.

En la Patagonia, el golpe fue particularmente fuerte. El proyecto de las “provincias unidas” sufrió un retroceso en las provincias donde tenía representación. Particularmente en Santa Cruz y Chubut que confirmaron que la identidad local no alcanzó para contrarrestar el empuje nacional. Misma situación sucedió en Río Negro, donde el oficialismo quedó en tercer lugar. 

En Santa Cruz, la lista de Fuerza Santacruceña se impuso con el 32,10 %, apenas por encima de La Libertad Avanza (31,66 %), dejando al oficialismo provincial en un tercer puesto con apenas el 15,47 %. El resultado consagra a Juan Carlos Molina y Moira Lanesan como diputados nacionales, mientras que el candidato del gobierno provincial, Daniel Álvarez, quedó fuera del Congreso.

En Chubut, la derrota fue aún más significativa. La libertaria Maira Frías se alzó con el 28,34 % de los votos frente a Juan Pablo Luque (27,83 %), relegando al oficialismo de Despierta Chubut, liderado por el gobernador Nacho Torres, a un distante tercer lugar con apenas el 19,99 %. El mandatario solo pudo celebrar el resultado del referéndum provincial que eliminó los fueros políticos, aunque políticamente el costo fue alto: su fuerza perdió presencia nacional y deberá revisar su estrategia de cara al futuro.

En Río Negro, la tendencia se repitió. La Libertad Avanza volvió a ser protagonista, aunque en el tramo al Senado fue superada por Fuerza Patria, que con Martín Soria obtuvo el 30,64 % contra el 30,38 % de Lorena Villaverde, una diferencia de apenas 1.053 votos. 

El oficialismo rionegrino, representado por Juntos Defendemos Río Negro, quedó tercero, sin lograr retener la banca que dejará Agustín Domingo.


El fin del refugio provincial

Estos resultados exponen un fenómeno creciente: la erosión del voto provincialista frente a la narrativa nacional. La polarización entre fuerzas con alcance en todo el país dejó poco espacio para los discursos de identidad regional, que en otros tiempos actuaban como refugio frente a la grieta.

Hoy, los gobernadores patagónicos enfrentan el desafío de reconstruir legitimidad y sentido político más allá del territorio. Deberán redefinir su rol, tender puentes con el gobierno nacional y adaptarse a un nuevo mapa político donde los márgenes de autonomía parecen cada vez más estrechos.

El triunfo presidencial consolida el rumbo político y económico del país, pero también deja una advertencia: el poder territorial que históricamente sostuvo la gobernabilidad argentina está en proceso de transformación. Y en la Patagonia, esa mutación ya comenzó a sentirse con fuerza.

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