Tenía doce causas: pena en suspenso, tratamiento contra adicciones y prohibición de volver a El Bolsón

En el marco de un juicio abreviado que homologó el juez Marcelo Álvarez Melinger, un sujeto resultó condenado a la pena de dos años de prisión en suspenso y le impusieron entre las pautas de conducta más destacadas, que deberá cumplir para evitar ir a prisión, la realización de un tratamiento contra sus adicciones y la prohibición de regresar a El Bolsón.

Jonathan Ariel Benítez de 34 años de edad, oriundo de la localidad santacruceña de Pico Truncado, aceptó su responsabilidad de una pluralidad de hechos que le reprochó el fiscal Francisco Arrien de El Bolsón y como consecuencia recibió una condena de prisión en suspenso, que mantendrá su condicionalidad siempre y cuando el acusado respete las pautas de conducta que le impusieron por el mismo plazo de condena.

Benítez, llegó a esta instancia luego de la acumulación de doce legajos que tramitaban en la Fiscalía Descentralizada de El Bolsón, al mando de Arrien. Todas las causas fueron unificadas en la intención de que el acusado no mantenga causas abiertas.

Arrien, acordó con la defensora oficial Natalia Araya el mecanismo para resolver los procesos.

Al sujeto le atribuyeron un hecho ocurrido en el supermercado La Anónima ubicado en San Martín y Dorrego de El Bolsón, el 23 de septiembre de 2023. Fue sorprendido cuando transgredió la línea de cajas con una pieza completa de Nalga, envasada al vacío, escondida entre sus ropas.

El mismo día, le atribuyeron otro hecho ocurrido en Onelli al 2700, cuando ingresó al interior de un local tras forzar la reja, el candado y la cerradura de puerta, para dañar la caja registradora y apoderarse de unos 6 mil pesos en efectivo y huir cuando se activó la alarma.

Le reprocharon también un hecho ocurrido el 23 de octubre de 2023, en horas de la madrugada, cuando rompió un vidrio e ingresó a un local comercial, para apoderarse de unos 57 mil pesos.

También lo acusaron por otro hecho ocurrido en la madrugada del 11 de junio de 2024, cuando junto a una menor de edad ingresó a una vivienda tras ejercer violencia en las aberturas, pero debieron escapar por la presencia de un vecino que llamó a la policía y los detuvieron a pocos metros.

Otro legajo investigó un hecho ocurrido en la mañana del 23 de junio de 2024, cuando forzó una reja y una puerta e ingresó a un local comercial. Fue detenido por la policía cuando buscaba los elementos que se llevaría del lugar.

También fue acusado por otro hecho ocurrido el 15 de julio de 2024, en horas de la madrugada, cuando ingresó a un comercio y por el patio finalmente se trasladó a otro, lindero. En el lugar se apoderó de ruedas de auxilio de dos vehículos que permanecían en el lugar –se trataba de una agencia de venta de automóviles- y también ingresó a la oficina administrativa de la que extrajo una caja de herramientas. La policía lo detuvo a metros del lugar, mientras se ocultaba en una obra en construcción.

El 24 de julio de 2024, ingresó al comercio El Chaqueño, de la calle Rivadavia al 1500 y se apoderó de dos hormas de queso sin ser advertido.

En otro legajo se investigó un hecho ocurrido el 10 julio 2024, cuando ingresó al edificio del Ministerio de Desarrollo Humano de Río Negro, ubicado en calle Rivadavia y se apoderó de un teléfono celular y una chequera. Al día siguiente se presentó en una sucursal del banco Patagonia pretendiendo cobrar dos cheques, pero como los mismos habían sido denunciados por las autoridades no pudo consumar su accionar.

Lo juzgaron también por un hecho ocurrido el 27 de julio pasado, en un comercio de calle Castelli al 70, cuando junto a otro sujeto no identificado se apoderaron de dos garrafas de gas vacías.

En tanto que el 21 de julio y unos días después, repitió su ataque contra el tradicional supermercado de la calle Rivadavia, episodios en los que ocultó entre sus ropas botellas de whisky y se retiró del comercio sin ser divisado.

Pero en otro momento que se presentó en el establecimiento comercial, fue interceptado por la encargada del lugar, diciéndole que habían visto las cámaras de seguridad y que sabían perfectamente que había hurtado mercadería en días previos. En esas circunstancias el acusado agredió a la mujer y a otra empleada que quiso defenderla, propinándole empujones, manotazos y patadas

Finalmente, el último de los hechos reprochados, ocurrió el 20 de julio pasado, cuando ingresó a un comercio de la calle San Martín al 2200 y se apoderó de una campera, zapatillas y un pantalón, siendo aprehendido a pocos metros por personal policial que arribó al lugar a pedido del dueño.

El fiscal Arrien describió en el comportamiento de Benítez “una conducta específica”, en la que no ha demostrado un alto grado de peligrosidad ni violencia hacia las personas, destacó su falta de antecedentes y remarcó la incidencia del consumo problemático de sustancias en su accionar disvalioso, para proponer un acuerdo de juicio abreviado.

En el marco de ese acuerdo, que ya fue homologado y permitió la inmediata liberación de Benítez, fue declarado autor penalmente responsable de dos hechos de hurto en grado de tentativa, tres hechos de robo simple, un hecho de robo agravado por la participación de una menor de edad, dos hechos de robo en grado de tentativa, cuatro hechos de hurto, una estafa y un hecho de lesiones leves con dos víctimas, y en consecuencia condenado a la pena única de dos años de prisión de ejecución condicional, con la obligación de respetar pautas de conducta de rigor para no ir a prisión y especialmente la prohibición de regresar a El Bolsón y la obligación de realizar un tratamiento contra sus adicciones.

Fuente: El Cordillerano.